viernes, 29 de agosto de 2008

AFRICA SUBSAHARIANA


Artículos principales: Campaña de África Oriental (Segunda Guerra Mundial), Campaña de África Occidental (Segunda Guerra Mundial), y Batalla de Madagascar
Italia había ganado el control de Eritrea y de la Somalilandia Italiana durante la Repartición de África, y había tomado Etiopía antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial durante la Invasión de Etiopía (1935-36). Estas tres colonias fueron reorganizadas en el dominio del África Oriental Italiana.
A principios de 1940, las fuerzas coloniales italianas consistían en 80.000 soldados italianos y 200.000 soldados nativos, mientras que las fuerzas británicas en toda la Somalilandia Británica, Kenia y Sudán solamente totalizaban unos 17.000.[5] Los italianos primero se desplegaron para la toma de la Somalilandia Francesa (hoy en día conocida como Yibuti). Este ataque fue cancelado debido al colapso del Ejército francés y la formación del Gobierno colaboracionista de la Francia de Vichy. En julio, las ciudades en la frontera con Sudán, Kassala y Gallabat fueron ocupadas por una fuerza italiana de 50.000 hombres,[6] y en agosto de 1940, el ejército colonial italiano atacó y tomó la Somalilandia Británica utilizando una fuerza de 25.000 hombres. Esto le dio a Italia el control de casi todo el Cuerno de África.
En septiembre de 1940, las fuerzas Aliadas fallaron, durante la Batalla de Dakar, en la captura de la capital de Senegal, luchando contra las tropas de la Francia de Vichy que la defendían; el África Occidental Francesa permaneció en manos de Vichy hasta los desembarcos de la Operación Torch en el norte de África en noviembre de 1942. Aunque en noviembre los Aliados tuvieron éxito en la Batalla de Gabón, consolidando su control sobre el África Ecuatorial Francesa para las fuerzas de la Francia libre.
También en noviembre de 1940, los Británicos empezaron una contraofensiva desde el Sudán con solamente 7.000 soldados, atacando Gallabat ocupada por los italianos, siendo incapaces de tomarla.[7] Sin embargo en enero de 1941, el ejército italiano retiró sus fuerzas desde las ciudades fronterizas del Sudán a un terreno más defendible al este de Kassala.[8] Con refuerzos adicionales provenientes del ejército de la India Británica y de Sudáfrica, la campaña empezó a hacer progresos. La Somalilandia Británica fue reconquistada en marzo, y Adís Abeba, capital de Etiopía, fue capturada el 6 de abril. El emperador Haile Selassie I volvió a la ciudad el 5 de mayo. Sin embargo, una fuerza de italianos continuó luchando una guerra de guerrillas en Etiopía, hasta la rendición italiana de septiembre de 1943.
Madagascar, como una colonia francesa que era, estaba considerada territorio enemigo por los británicos desde de la creación del régimen colaboracionista de Vichy. Era también la tierra sugerida a la que los judíos europeos deberían ser deportados, en una propuesta antisemita conocida como el "Plan Madagascar". Mientras los británicos controlasen Egipto y el Canal de Suez, estos planes alemanes eran imposibles, y eventualmente fueron archivados en favor de una campaña de genocidio, que se llamó la Solución final. Con la entrada de los japoneses en la guerra en diciembre de 1941, y la rendición de Singapur en febrero de 1942, los Aliados llegaron a preocuparse cada vez más, que Madagascar pudiese caer en manos del Eje. Por lo tanto, realizaron una invasión, conocida como la Operación Ironclad en mayo de 1942. La lucha contra los defensores franceses de Vichy duró hasta noviembre, estando los franceses respaldados por varios submarinos japoneses. En diciembre, la Somalilandia Francesa también fue conquistada por los británicos.
Después de los desembarcos de la Operación Torch, el resto de los territorios de Vichy en África quedaron bajo el control de los Aliados. Con el control del sur del continente seguro, aparte de la insurgencia italiana en Etiopía, los Aliados volvieron su atención a otros teatros de la guerra.

EL MEDITER


El Mediterráneo (abril 1940 - mayo 1943)
Artículo principal: Frente del Mediterráneo
"La entrada de Italia a la guerra fue más una carga para nosotros en el OKW, que una ayuda.".[4]
Wilhelm Keitel

24 de octubre 1942. Durante la Segunda Batalla de El Alamein, esta fotografía, que muestra soldados australianos "atacando", la preparó y la tomó el fotógrafo del Ejército Británico, el sargento Len Chetwyn.
El control del sur de Europa, el Mar Mediterráneo y de África del Norte era importante debido a que el Imperio Británico dependía del tráfico marítimo a través del Canal de Suez. Si el canal caía en las manos del Eje o si la Royal Navy perdía el control del Mediterráneo, entonces el transporte entre el Reino Unido, la India, y Australia tendría que efrectuarse alrededor del Cabo de Buena Esperanza, un incremento de miles de millas.
Así, tras la rendición francesa, los británicos atacaron a la Armada Francesa anclada en el Norte de África en julio de 1940, por temor a que pudiese caer en manos alemanas, incrementando así su potencial naval y dificultando la posición británica. Esto contribuyó a un distanciamiento en las relaciones anglofrancesas durante los años siguientes. Con la flota francesa destruida, la Royal Navy combatió contra la flota italiana por la supremacía en el Mediterráneo desde sus fuertes bases en Gibraltar, Malta, y Alejandría (Egipto). En África, las tropas italianas invadieron y capturaron la Somalilandia Británica en agosto.
Italia invadió Grecia el 28 de octubre de 1940, desde Albania, entonces ocupada por Italia, pero fue rechazada rápidamente. A mediados de diciembre, el ejército Griego avanzó incluso hacia el sur de Albania, ocupando así en la campaña a 530.000 soldados italianos. Mientras tanto, en cumplimiento de la garantía británica dada a Grecia, la Royal Navy atacó a la flota italiana el 11 de noviembre de 1940. Aviones torpederos partidos desde los portaaviones británicos atacaron a la flota italiana en Tarento, un puerto del sur. Un acorazado fue hundido y se pusieron temporalmente fuera de servicio otros buques. El éxito de los torpedos aéreos en Tarento, fue visto con mucho interés por el jefe naval japonés, Isoroku Yamamoto, que estaba ponderando los medios para neutralizar a la Flota del Pacífico de los Estados Unidos. La Grecia continental, cuyas mejores tropas se habian desgastado en contra de Italia en Albania, cayó eventualmente ante una invasión alemana desde el nordeste, a través de Bulgaria.
Las tropas italianas pasaron Egipto desde Libia para atacar las bases británicas en septiembre de 1940, comenzando así la Campaña en África del Norte. El objetivo era la captura del Canal de Suez. Las fuerzas británicas, indias, y australianas contraatacaron en la Operación Compass, que terminó en 1941, cuando numerosas fuerzas australianas y de Nueva Zelanda (ANZAC) fueron transferidas a Grecia para defenderla del ataque alemán. Las fuerzas alemanas (conocidas más tarde como el Afrika Korps) bajo el mando del general Erwin Rommel desembarcaron en Libia en febrero de 1941 para renovar el asalto contra Egipto.
Alemania también invadió Creta, operación importante por el uso a gran escala de las tropas paracaidistas alemanas. Creta estaba defendida por unos 11.000 griegos y 28.000 tropas ANZAC, que habían escapado hacía poco de Grecia sin su artillería y sus vehículos. Los alemanes atacaron los tres aeropuertos principales de las isla en Maleme, Rétino y Candía. Después de un día de lucha, no se había alcanzado ninguno de los objetivos y los alemanes habían sufrido bajas devastadoras. Los planes alemanes estaban en desorden y el comandante alemán, el general Kurt Student, estaba contemplando el suicidio. Durante el día siguiente, gracias a la mala comunicación y del fallo de los comandantes Aliados en comprender la situación, el aeropuerto de Maleme en el oeste de Creta cayó en poder de los alemanes. La pérdida de Maleme hizo que los alemanes pudiesen hacer llegar refuerzos pesados transportados en avión con los que arrollar a las fuerzas Aliadas en la isla. Sin embargo, en vista de las fuertes bajas sufridas por los paracaidistas, Hitler prohibió realizar más operaciones aerotransportadas.

Avance de la 39º sección Panzerjäger perteneciente al Afrika Korps. Año 1942.
En el norte de Africa, las fuerzas de Rommel avanzaron rápidamente hacia el este, poniendo sitio al vital puerto de Tobruk. Fueron derrotados dos intentos Aliados por liberar Tobruk, pero una ofensiva mayor a fines de año (Operación Crusader) rechazó a las fuerzas de Rommel después de intensos combates.
La guerra entre las armadas Aliada e italiana cambió decisivamente a favor de los Aliados el 28 de marzo de 1941, cuando los barcos del almirante Andrew Browne Cunningham encontraron a la flota principal italiana al sur del Cabo Matapán, en el extremo sur de la Grecia continental. Con un coste de un par de aviones derribados, los Aliados hundieron cinco cruceros italianos y tres destructores, y dañaron al moderno acorazado Vittorio Veneto. La Marina italiana fue anulada como fuerza de combate y la tarea Aliada de transportar tropas a través del Mediterráneo hacia Grecia se vio facilitada.
El 6 de abril de 1941, fuerzas alemanas, italianas, húngaras y búlgaras invadieron Yugoslavia, acabando con la rendición del ejército yugoslavo el 17 de abril y con la creación de un estado títere en Croacia y Serbia. También el 6 de abril, Alemania invadió Grecia desde Bulgaria. El ejército griego defendiendo la línea Metaxas, fue superado en número y en capacidad de maniobra por el rápido avance alemán a través de Yugoslavia y colapsó. Atenas cayó el 27 de abril, aunque el Reino Unido consiguió evacuar unos 50.000 soldados, especialmente a Creta.
La resistencia comenzó en Yugoslavia a mediados de 1941, centrada en dos movimientos: los partisanos comunistas, AVNOJ, liderados por Tito, y el grupo realista Chetniks, liderado por Draza Mihailovic. Los dos grupos paramilitares cooperaron brevemente en 1941, pero se enfrentaron pronto, cuando los chetniks asumieron un papel más ambivalente, poniéndose frecuentemente del lado de las fuerzas de ocupación, y en contra de los comunistas.
En abril-mayo de 1941, hubo una corta guerra en Iraq que resultó en una renovación de la ocupación británica. En junio, fuerzas Aliadas invadieron Siria y el Líbano, y capturaron Damasco el 17 de junio. Más tarde, en agosto, tropas del Reino Unido y del Ejército Rojo ocuparon el neutral Irán, asegurando su petróleo y una línea de suministro por el sur para la Unión Soviética.
Al comienzo de 1942, las fuerzas Aliadas en el norte de África fueron debilitadas al mandar destacamentos al Lejano Oriente. Rommel una vez más recapturó Bengasi. Entonces derrotó a los Aliados en la Batalla de Gazala y conquistó Tobruk, haciendo miles de prisioneros y apoderándose de grandes cantidades de suministros, antes de continuar más profundamente dentro de Egipto.
La Primera Batalla de El Alamein tuvo lugar en julio de 1942. Las fuerzas Aliadas se habían retirado al último punto defendible antes de Alejandría y el Canal de Suez. El Afrika Korps, sin embargo, había agotado sus suministros y los defensores pararon su empuje. La Segunda Batalla de El Alamein ocurrió entre el 23 de octubre y el 3 de noviembre. El Teniente General Bernard Montgomery estaba al mando de las fuerzas Aliadas conocidas como el 8º Ejército. Los Aliados iniciaron entonces su ofensiva y, a pesar de una dura resistencia inicial de los italianos y alemanes, triunfaron al final. Después de la derrota alemana en El Alamein, las fuerzas del Eje efectuaron con éxito una retirada estratégica hacia Túnez.

Cerca de Árgel, tropas de la Operación Torch desembarcan en las playas detrás de una gran bandera estadounidense, esperando que el Ejército francés no dispare contra ella., 08/11/1942.
La Operación Torch fue efectuada por los Estados Unidos, Gran Bretaña y las fuerzas de la Francia libre el 8 de noviembre de 1942, para ganar el control del Norte de África a través de desembarcos simultáneos en Casablanca, Orán y Argelia, seguidos unos pocos días después por un desembarco en Bône, la puerta de entrada a Túnez. Las fuerzas locales de la Francia de Vichy opusieron una resistencia mínima antes de someterse a la autoridad de la Francia libre del general Henri Giraud. Como represalia, Hitler invadió y ocupó la Francia de Vichy, mientras Mussolini ocupó Corcega y la costa azul francesa hasta el Rodano. Las fuerzas alemanas e italianas, que habian ocupado Túnez, fueron cogidas en un movimiento de pinza por los avances Aliados, desde Argelia en el oeste y desde Libia en el este. La victoria táctica de Rommel contra las fuerzas inexpertas de los estadounidenses en la Batalla del paso de Kasserine, sólo pospuso un tiempo la eventual rendición de las fuerzas del Eje en el Norte de África en mayo de 1943.
En 1943, el Eje casi tuvo éxito en la supresión de la resistencia partisana yugoslava. Desde enero a abril, se forzó a las guerrillas a huir hacia el este, en condiciones invernales sobre el duro terreno de Bosnia, sufriendo graves pérdidas, y cruzando eventualmente el río Neretva (Batalla del Neretva), asegurando su puesto de mando y su hospital. Continuaron hacia el este, incapacitando las fuerzas chetniks del área, y cayeron en un embolsamiento alemán casi fatal en el valle de Sutjeska a últimos de mayo.

FRENTE OCCIDENTAL


La Batalla de Francia.
Los alemanes acabaron la Guerra de broma el 10 de mayo de 1940, cuando invadieron Luxemburgo, Bélgica, los Países Bajos y Francia. Los Países Bajos fueron arrollados rápidamente y la ciudad holandesa de Rotterdam fue destruida en un bombardeo aéreo. La Fuerza Expedicionaria Británica (BEF) y el Ejército Francés, avanzaron hacia el norte de Bélgica y planeaban hacer una guerra móvil en el norte, mientras mantenían un frente continuo y estático a lo largo de la Línea Maginot más al sur. Los planes Aliados fueron desbaratados inmediatamente por el más clásico e importante ejemplo en la historia de la Blitzkrieg.
En la primera fase de la invasión, Fall Gelb, el Panzergruppe von Kleist de la Wehrmacht, se precipitó a través de las Ardenas, una región con espesos bosques que los Aliados habían pensado que sería impenetrable para un ejército mecanizado moderno. Los alemanes rompieron la línea francesa en Sedán, sostenida por reservistas más que por tropas de primera línea, para luego girar hacia el oeste a través del norte de Francia hacia el Canal de la Mancha, dividiendo en dos a los Aliados.
La BEF y las fuerzas Francesas, rodeadas en el norte, fueron evacuadas desde Dunkerque en la Operación Dinamo. La operación fue una de las evacuaciones más grandes de la historia militar, cuando 338.000 soldados británicos, franceses y belgas fueron evacuados a través del Canal de la Mancha en barcos de guerra y civiles. La ofensiva pudo haber sido más satisfactoria para los alemanes de no haber sido parada por Hitler para que sus tropas cogieran aliento, cosa que en particular a Guderian no gustó nada.
El 10 de junio, Italia se unió a la guerra, atacando a Francia por el sur. Las fuerzas alemanas continuaron entonces la conquista de Francia con Fall Rot (Caso Rojo). Francia firmó un armisticio con Alemania el 22 de junio de 1940, que condujo a la ocupación directa alemana de París y de dos tercios de Francia, y al establecimiento de un gobierno títere alemán con sede en el sudeste de Francia conocido como la Francia de Vichy.
Alemania había empezado los preparativos en el verano de 1940 para invadir el Reino Unido en la Operación León Marino. Muchos de los suministros y de las armas pesadas del ejército británico se habían perdido en Dunkerque. Los alemanes no tenían ninguna esperanza de batir a la Marina Real Británica, pero pensaron que tendrían una oportunidad de éxito si podían alcanzar la superioridad aérea. Para hacerlo, tenían que suprimir primero a la Royal Air Force (RAF). El consiguiente combate a finales del verano de 1940 entre las dos fuerzas aéreas llegó a conocerse como la Batalla de Inglaterra. La Luftwaffe tomó como objetivo inicialmente a los aeródromos y estaciones de radar del RAF Fighter Command (Mando de cazas de la RAF). Hitler, enfadado por los ataques de bombardeo de represalia hechos sobre Berlín, desvió su atención hacia el bombardeo de Londres, en una operación conocida como el Blitz. La Luftwaffe fue rechazada eventualmente por los Hurricanes y los Spitfires, mientras la Royal Navy mantenía el control del Canal de la Mancha. Así, los planes de invasión fueron pospuestos indefinidamente.
Después de la caída de Francia en 1940, el Reino Unido estaba sin recursos económicos. Franklin Delano Roosevelt persuadió al Congreso de los Estados Unidos, para que aprobase el acta de Préstamo y arriendo el 11 de marzo de 1941, que proveyó al Reino Unido y a otros 37 países con 50 billones de dólares en equipo militar y otros suministros. El Reino Unido y la Commonwealth recibieron 34,4 mil millones de dólares. Canadá realizó un programa similar que envió 4,7 mil millones de dólares en suministros al Reino Unido.

viernes, 1 de agosto de 2008

INICIO DE LA GUERRA EN EUROPA


Inicio de la guerra en Europa (septiembre de 1939 - mayo de 1940)
Artículos principales: Frente Occidental (Segunda Guerra Mundial), Frente del Norte de Europa, Invasión de Polonia en 1939, Guerra de Invierno, y Ocupación de las Repúblicas Bálticas
"La existencia de Polonia es intolerable e incompatible con las condiciones esenciales de la vida alemana. Polonia debe irse y se irá...".[2]
Hans von Seeckt

La Segunda Guerra Mundial en Europa (1939-1941)
El 1 de septiembre de 1939, Alemania invadió Polonia, usando el pretexto de un "ataque polaco" simulado en un puesto fronterizo alemán. La llanura polaca ofrecía una ventaja para el desplazamiento de los blindados alemanes, aunque los bosques y las carreteras mal construidas eran problemas que hacían más arduo el avance. Alemania avanzó usando la blitzkrieg (guerra relámpago). El Reino Unido y Francia le dieron dos días a Alemania para retirarse de Polonia. Una vez que pasó la fecha límite, el 3 de septiembre, el Reino Unido, Australia, y Nueva Zelanda le declararon la guerra a Alemania, seguidos rápidamente por Francia, Sudáfrica y Canadá.
Los franceses se movilizaron lentamente y después sólo hicieron una ofensiva de "demostración" en el Saar, que pronto abandonaron, mientras que los británicos no pudieron hacer ninguna acción directa en apoyo de los polacos en el tiempo disponible (véase Traición occidental). Mientras, el 8 de septiembre, los alemanes alcanzaban Varsovia, habiendo penetrado a través de las defensas polacas.
El 17 de septiembre, la Unión Soviética, siguiendo su acuerdo secreto con Alemania, invadió Polonia desde el este, convirtiendo las defensas polacas en un caos mediante la apertura de un segundo frente. La defensa polaca no aguantaría la lucha en dos frentes a la vez. Un día más tarde, tanto el presidente polaco como el comandante en jefe huyeron a Rumanía. El 1 de octubre, después de un mes de asedio de Varsovia, las fuerzas hostiles entraron en la ciudad. Las últimas unidades polacas se rindieron el 6 de octubre. Polonia, sin embargo, nunca se rindió oficialmente a los alemanes. Algunas tropas polacas se fueron a países vecinos. Como consecuencia de la Campaña de Septiembre, la Polonia ocupada consiguió crear un poderoso movimiento de resistencia y contribuyó con fuerzas militares significativas al esfuerzo aliado durante el resto de la Segunda Guerra Mundial.

Tropas finlandesas luchando contra la invasión Soviética.
Tras la conquista de Polonia, Alemania se tomó una pausa para reagruparse durante el invierno de 1939-1940, mientras británicos y franceses se mantenían a la defensiva. Los periodistas llamaron a este período la "guerra de broma" o "Sitzkrieg" ("drôle de guerre" en francés), debido a que casi no existieron combates. Durante este período, la Unión Soviética atacó Finlandia el 30 de noviembre de 1939, con lo que comenzó la Guerra de Invierno. A pesar de superar a las tropas finesas en número de 4 a 1, el Ejército Rojo encontró que su ataque se volvía muy difícil, lo cual resultó muy embarazoso y la fuerte defensa finesa evitó una invasión completa. Finalmente, los soviéticos acabaron por imponerse y el tratado de paz vio como Finlandia cedía áreas estratégicamente importantes en la frontera cerca de Leningrado, así como en la Carelia. Esto sentó un precedente de flaqueza en el ejército Rojo, el cual los alemanes se tomaría en serio para la invasión.
Alemania invadió Dinamarca y Noruega el 9 de abril de 1940, en la Operación Weserübung, en parte para contrarestar la amenaza de una inminente invasión Aliada de Noruega. Dinamarca no resistió, pero Noruega luchó. La defensa Noruega fue socavada desde el interior por la colaboración de Vidkun Quisling, cuyo nombre es hoy en día sinónimo de "traidor". Tropas del Reino Unido, cuya propia invasión estaba preparada, desembarcaron en el norte de Noruega. A últimos de junio, los Aliados habían sido derrotados y se retiraban, Alemania controlaba la mayor parte de Noruega, y el Ejército de Noruega se había rendido, mientras que la Familia Real noruega escapaba a Londres. Alemania usó Noruega como base para ataques navales y aéreos contra los convoyes árticos que se dirigían a la Unión Soviética con armas y suministros. Los partisanos noruegos continuarían la lucha contra la ocupación alemana durante toda la guerra.

TRANSCURSO DE LA GUERRA



Inicio de la guerra en Asia (julio de 1937 - septiembre de 1939)
Artículos principales: Frente de China en la Segunda Guerra Mundial, Segunda Guerra Sino-japonesa, Batalla del Lago Khasan, y Batalla de Khalkhin Gol
"...y es altamente lamentable que la guerra Sino-japonesa se extendiera tanto".[1]
Hideki Tokio
La Segunda Guerra Sino-japonesa comenzó en 1937, cuando Japón atacó en profundidad a China desde su plataforma en Manchuria. El 7 de julio de 1937, Japón, después de haber ocupado Manchuria desde 1931, lanzó otro ataque contra China cerca de Pekín, la capital del norte. Los japoneses terminaron de ocupar el norte rápidamente, pero fueron detenidos finalmente en la Batalla de Shangai. Después de combatir alrededor de la ciudad por más de tres meses, Shangai finalmente cayó ante los japoneses en noviembre de 1937, y la capital del sur, Nanjing, cayó poco después. Como resultado, el Gobierno nacionalista chino trasladó su sede a Chongqing durante el resto de la guerra. Las fuerzas japonesas cometieron brutales atrocidades contra los civiles y los prisioneros de guerra en la Masacre de Nanking, matando unos 300.000 civiles en un mes. Ni Japón ni China declararon oficialmente la guerra por la misma razón: ambos temían que una declaración de guerra alienaría a Europa y a los Estados Unidos.
Debido a que la guerra en China se prolongaba más de lo planeado, los oficiales nacionalistas del Ejército Guandong reanudaron la lucha por el control de Mongolia y Siberia con Rusia. En la primavera de 1939, fuerzas soviéticas y japonesas chocaron en la frontera de Mongolia. El 8 de mayo, 700 jinetes mongoles cruzaron el río Khalka, río que los japoneses consideraban como la frontera de Manchukuo, pero los gobiernos soviético y mongol decían que la frontera se encontraba 35 kilómetros más al este. Las fuerzas mongolas y manchúes empezaron a dispararse, y en pocos días sus patrones soviéticos y japoneses habían enviado grandes contingentes militares, lo que derivó inmediatamente en una lucha, que condujo a una guerra a gran escala que duró hasta septiembre. La creciente presencia japonesa en el Lejano Oriente, fue vista por la Unión Soviética como una amenaza estratégica importante, y los soviéticos temían tener que luchar en una guerra de dos frentes, lo que fue una de las principales razones para el Pacto Ribbentrop-Molotov con los nazis. Al final, los japoneses fueron derrotados decisivamente por los soviéticos bajo el mando del general Georgi Zhúkov en la Batalla de Khalkhin Gol.
Después de esta batalla, la Unión Soviética y Japón estuvieron en paz hasta 1945. Japón miró entonces hacia el sur para expandir su imperio, lo que condujo a un conflicto con los Estados Unidos por las Filipinas y el control de las líneas de navegación de las Indias Orientales Neerlandesas. La Unión Soviética se enfocó en el oeste, aunque dejó un importante número de tropas para vigilar la frontera con Japón, pero serían retiradas en 1941.

EN ASIA


Japón vivió un proceso de modernización acelerado a partir de la Era Meiji que le llevó de ser un país feudal de economía agraria bajo el Shogunato Tokugawa, a convertirse en la mayor potencia industrial de Extremo Oriente, en apenas 60 años. Este ritmo brutal creó un desfase entre el nivel tecnológico del país y sus costumbres, plasmado perfectamente en su sistema político; a pesar de ser nominalmente una democracia parlamentaria, el Ejército y la Marina eran dirigidos por los ministros de Guerra y Marina (que debían ser obligatoriamente generales o almirantes retirados o en activo), los cuales no estaban sujetos a la autoridad del Primer Ministro, sino directamente a la del Emperador. Los militares, por tanto, constituían un poder fáctico al margen del control de los políticos civiles, que solo contaban con la asignación de presupuestos como medida de presión, e intervenían activamente en la vida política del país. De las 29 personas que recibieron el cargo de Primer Ministro durante el periodo 1885 - 1945, 15 eran almirantes o generales retirados o en activo (durante el periodo 1932 - 1945 fueron 8 de 11).
Esta anómala situación, combinada con el paso de un ejército permanente a otro reclutado (lo que obligaba a dar instrucción militar a todos los jóvenes del país), favoreció la progresiva militarización de la sociedad japonesa; el ejército y la marina, escasamente controlados por el poder civil, definían sus propios objetivos y se peleaban por los recursos presupuestarios disponibles, pero ambos coincidían en su desprecio a la clase política. Se formaron grupos de opinión enfrentados dentro de las fuerzas armadas que llevaban una "política paralela" a la del gobierno. Japón, un conjunto de islas con gran cantidad de población pero falta de recursos naturales, entró en el siglo XX con el firme propósito de imitar el sistema económico de las potencias occidentales, incluyendo el colonialismo, como forma de mantener su propio desarrollo, y volvió sus ojos hacia el continente asiático.
En 1894 Japón, que ya hacía tiempo que se disputaba la península de Corea con el Imperio Chino, inició la Primera Guerra Sino-japonesa con un ataque por sorpresa sin previa declaración de guerra. Para sorpresa de todos, el pequeño Imperio de Japón aplastó a las fuerzas del mastodóntico Imperio Chino, forzando un tratado de paz que le supuso la cesión de Taiwán, de las Islas Pescadores y de Liao-dong. La Rusia Imperial intentó limitar el dominio local de la emergente potencia: subvencionó el pago de las deudas de guerra chinas con Japón y, apoyada por Alemania y Francia, humilló a Tokio e impuso la restitución de Liao-dong a China.

Emperador Kangde de Manchukuo, gobierno títere puesto en el poder por los japoneses al norte de China entre 1931 y 1945.
Rusia y Japón se vieron desde ese momento implicadas en la lucha por la influencia en la parte noroeste de China. Rusia obtuvo la concesión para la construcción del ferrocarril Transmanchuriano, y aumentó su presencia militar en el sector con la creación de una base naval en Port Arthur, en la parte sur de la península de Liao-dong. La política rusa se encaminaba a desarrollar su influencia sobre toda Manchuria y Corea. Japón se inquietó e intentó en un principio negociar una repartición de áreas de influencia en Manchuria, aunque sin éxito. De modo que en 1904 la Marina Imperial Japonesa atacó y destruyó (de nuevo sin previa declaración de guerra) la flota rusa estacionada en Port Arthur. Japón estaba bien preparado, dominaba los mares de la zona en conflicto y sus bases estaban cerca de la zona. Por el contrario, Rusia estaba minada por tensiones internas, dirigida en el este por un mando incompetente e incapaz de asegurar un enlace eficaz con el oeste, ya que el Transiberiano era su única vía terrestre, por lo que no pudo plantar cara. La Guerra Ruso-japonesa terminó en 1905 con un armisticio que humilló a Rusia y dejó Liao-dong en manos de Japón, junto con la mitad meridional de la isla Sajalín y la preeminencia absoluta sobre Corea. En 1914, Japón declaró la guerra a Alemania, consiguiendo al final de la Primera Guerra Mundial las posesiones alemanas del Océano Pacífico septentrional.
En la década de los 30 la posición política de los militares en Japón era cada vez más dominante. El poder político estaba controlado por los grupos de presión dentro del Ejército y la Armada, hasta el punto de que ocurrieron varios golpes de estado y atentados por parte de cadetes y oficiales jóvenes del Ejército y la Marina contra ministros y altos cargos que estorbaban los intereses de las camarillas militares. Estas acciones llegaron a costar la vida incluso de un Primer Ministro en 1932, lo que supuso el final a todos los efectos de cualquier intento de controlar al ejército desde el gobierno: la clase política era consciente de que simplemente emitir en público una opinión desfavorable hacia las fuerzas armadas significaba arriesgarse a morir a manos de un ultranacionalista en un arranque de patriotismo.
En 1931, usando como casus belli unos supuestos incidentes transfronterizos, Japón invadió Manchuria, que convirtió en 1932 en Manchukuo, estado independiente bajo protectorado japonés, junto con Jehol. Las críticas internacionales por esta acción llevaron a Japón a retirarse de la Sociedad de Naciones al año siguiente. En 1937, necesitado de recursos naturales y aprovechando la debilidad china provocada por la guerra civil entre comunistas y republicanos, Japón inició la Segunda Guerra Sino-japonesa, y ocupó la parte noreste de ese país. Los Estados Unidos de América y Gran Bretaña reaccionaron en apoyo del Kuomintang concediéndole créditos, ayuda militar encubierta, pilotos y aeroplanos, así como levantando embargos de materias primas y petróleo cada vez mayores contra Japón (su comercio exterior llegó a caer en un 75%, mientras que las importaciones de petróleo lo hicieron en un 89%).

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